James Coleman

Nacido en 1941 en Ballaghaderreen, Irlanda, Coleman da sus primeros pasos artísticos con películas que cuestionan la visión de la realidad mediante trampas ópticas caseras. Siguiendo la estela de Dan Graham, Coleman aprende enseguida los principios del minimalismo. Utiliza dispositivos desprovistos de plástico, similares a los empleados en experimentos científicos, a través de los cuales explora metódicamente los mecanismos de la cognición. Una serie de obras presentadas en la exposición evoca el legado de la psicología de la forma, como Playback of a Daydream (1974), que se apropia del famoso motivo del pato-conejo, o Connemara Landscape (1980) y Still Life (2013-2016).

A principios de la década de 1970, James Coleman inventa el medio en adelante asociado a su nombre. Como Slide Piece (1972), una de sus obras maestras, diseña instalaciones a partir de la proyección de diapositivas desde un carrusel aparente. La proyección va acompañada por una banda sonora sincronizada que consiste en una narración meticulosamente escrita por Coleman y puesta en la voz de un narrador. La suavidad y fluidez del texto leído contrasta con el carácter entrecortado y discontinuo de las imágenes proyectadas, proporcionando al espectador una experiencia inédita, entre una película cinematográfica fragmentada y una fotonovela llevada a las dimensiones de la pintura histórica.

A partir de la cultura popular y la historia del arte, echando mano cada vez más de los códigos teatrales, las grandes instalaciones que Coleman produce en los años 90, como Charon (1989) o Lapsus Exposure (1992-1994), representan, en palabras del crítico de arte Benjamin Buchloh, una verdadera «arqueología del espectáculo».