Sébastien Kheroufi

La obra Par les villages (Por los pueblos) del dramaturgo austriaco Peter Handke (1981), narra el regreso de un escritor a su pueblo natal. Dolorosos reencuentros que van acompañados de una desaparición: la del mundo rural que una vez conoció, borrado poco a poco detrás del propósito y la promesa de una ciudad moderna, profetizada por nuevos proyectos industriales. En este contexto crepuscular, en el que un universo decae en beneficio de otro, se alzan las voces de los “ofendidos y humillados” que antes callaban. Sébastien Kheroufi hace suyas estas palabras de Peter Handke: “¿Era necesario huir para triunfar? ¿He traicionado a los míos? ¿Cómo volver? De este modo, traslada el pueblo de los años 1960 del autor austriaco al suburbio de los años 1990 en el que creció. 

En el trasfondo inicial de Par les villages, Sébastien Kheroufi proyecta, de manera implícita, otro retrato, el de las grandes urbanizaciones de los suburbios de los años 1990: zonas agrícolas, utopías urbanísticas de posguerra y, después, espacios confinados y aislados, relegados a la compasión de las autoridades públicas. Un cuidadoso trabajo de contextualización realizado bajo la mirada cómplice del propio Peter Handke -que no cede ante el deseo de actualización, sino más bien al de mostrar el propio proceso de “exclusión” y “marginación” que experimentaron los habitantes de las “periferias”. 

“Un día alguien llega con una grabadora y una cámara en nombre de las autoridades, nos compadece y espera que nosotros también nos compadezcamos. Pero queremos ser vistos de otra manera. Queremos que nos elogien. Mejor aún: nuestro lugar debe ser enaltecido, con sus colores y sus formas.” Peter Handke, Par les villages, 1981 

Sébastien Kheroufi descubrió Par les villages al principio de su carrera artística. Inmediatamente se sintió reconocido y comprendido por la prosa del autor austriaco: “Sentirse dignamente representado, sin compasión ni caricatura. Tener la oportunidad de soñar con algo diferente de lo que nuestro legado social nos deja. Este texto me salvó”, reconoce.