Folclore

¿Sabía usted que Vassily Kandinsky comenzó su carrera como etnógrafo en Rusia?

¿Que el bisabuelo de Constantin Brâncui fue un constructor de iglesias

tradicionales de madera en Rumanía? ¿Que Natalia Gontcharova desarrolló una

pintura abstracta inspirada en trajes españoles? ¿Que Joseph Beuys declaró que

veía el folclore como una herramienta para comprender el futuro? ¿O que Marcel

Broodthaers había incluido una "sección folclórica" en su Museo de arte

moderno, departamento de las Águilas?

Asimilado a la tradición y, por tanto, aparentemente opuesto al concepto de

vanguardia, el universo del folclore —que literalmente significa "el

conocimiento de la gente"—, sujeto a múltiples controversias y disputas de

definiciones, está presente de muy diversas maneras en la modernidad y la

creación contemporánea. Lejos de los clichés de una nostalgia obsoleta y

artificial, los artistas han podido encontrar en el folclore, incluidas sus

manifestaciones más inmateriales, una fuente de inspiración, un poder

regenerativo, así como un objeto de análisis crítico y contestatario.

Confrontando obras de arte y objetos o documentos procedentes de los fondos de

Mucem, heredero del Museo Nacional de Artes y Tradiciones Populares, la

exposición desvela la historia de una disciplina que despega en un momento en

que los artistas exploran regiones aisladas o coleccionan objetos, como Paul

Gauguin y Paul Sérusier en Bretaña, Vassily Kandinsky y Gabriele Münter en

Rusia y luego en Baviera, o Constantin Brâncui en Rumanía, guiados por el

deseo de la búsqueda de los orígenes.

La exposición permite de este modo conocer la historia del arte desde el sesgo

de la etnología y la historia europeas. Una sección está dedicada en particular

a la influencia de las prácticas etnográficas y museográficas en las

iniciativas de artistas como Joseph Beuys, los artistas de CoBrA o incluso

Jeremy Deller y Alan Kane. Finalmente, en la era de la globalización, con una

evidente tendencia hacia la uniformización y en la que se perpetúa el folclore

creado desde cero para la industria del turismo, la exposición explora las

paradójicas «nuevas geografías del folclore», que siguen moviéndose con las

poblaciones y son continuamente revisadas e incluso reinventadas por los

artistas. Cuestión candente que atañe a planteamientos políticos de identidad y

de autenticidad, el folclore parece ofrecer una nueva mirada sobre el arte. Y,

a su vez, la mirada de los artistas permite recontextualizar y reconsiderar el

folclore actual.