Exposición / Museo
Biotope
Dispositif acousmatique craintif
20 feb - 15 abr 2019
El evento ha terminado
Conçue pour l’exposition « La Fabrique du vivant », Biotope de l’artiste et compositeur Jean-Luc Hervé invite le visiteur à pénétrer dans un lieu transformé par l'environnement sonore : la Galerie se fait le berceau d’une polyphonie. Le public surprend en effet un dialogue entre les individus d’une population de petits « animaux sonores », invisibles car dissimulés au sein de l’espace d’exposition. Le dispositif musical est craintif : il réagit à la présence humaine à la manière des organismes vivants, qui s’affolent ou se taisent si les visiteurs sont trop intrusifs, nombreux ou bruyants, pour ne reprendre leur chant que lorsque le calme est revenu.
Par le caractère organique du dispositif, l’artiste incite le visiteur à modifier son comportement vis-à-vis de son environnement. À travers l'écoute, c’est une attention renouvelée à ce qui nous entoure qui se construit.
Jean-Luc Hervé, Biotope, création 2019
Dispositif acousmatique craintif pour l'exposition « La Fabrique du vivant », commande de l’Ircam-Centre Pompidou
Réalisation informatique musicale Ircam : Thomas Goepfer
Collaboration scientifique : Benjamin Matuszewski, Jean-Philippe Lambert (équipe Interaction son musique mouvement Ircam-STMS)
Prototypage et fabrication des agents sonores : Emmanuel Fléty, Djellal Chalabi et Yann Bouloiseau
Ingénierie sonore : Jérémie Bourgogne
Régie générale : Jean-Marc Letang
Coproduction Ircam/Musée national d’art moderne-Centre Pompidou. Avec le soutien de la DG Connect de la Commission européenne, dans le cadre de l'initiative STARTS (Science, Technology and the ARTS).
Quando
11:00 - 21:00, todos los días excepto martes
Dónde
Entrevista con Jean-Luc Hervé
Con la exposición «La fábrica de lo vivo», Jean-Luc Hervé ha diseñado una experiencia sorprendente que nos invita a penetrar en un biotopo sonoro y sigiloso. Este dispositivo ultrasensible que reacciona a la presencia humana como un organismo vivo tiene un doble objetivo: conferir un carácter orgánico a la instalación sonora y animarnos a modificar nuestro comportamiento frente al medio ambiente. A través de la aguda sensibilidad acústica que nos permite desarrollar la experiencia, se construye una nueva ecología sonora. El artista nos brinda los secretos de fabricación de su obra.
En una exposición, las obras o los visitantes suelen producir ruidos: ¿cómo has experimentado esto con Biotope (Biotopo)?
Jean-Luc Hervé - Durante una salida ornitológica cerca de una ciudad, sea cual sea el ruido, el oído tiende a ensimismarse con el canto de los pájaros, incluso discretos, abstrayéndose del ruido de fondo. Por eso es necesario intrigar al visitante para despertar su curiosidad auditiva. Se trata de crear un entorno sonoro en todo el espacio, de no limitarse a una galería de exposición, de dar la sensación al visitante de que entra en un biotopo particular. Por otro lado, los tiempos de escucha y el planteamiento musical no pueden ser como los de un concierto. El público pasa de una obra a otra, decide su propio recorrido y la duración dedicada a cada obra. Es él quien marca los tiempos. De nuevo, me inspiro en el modelo de la excursión ornitológica: el canto de un pájaro es una forma musical bastante corta susceptible de ser percibida en esta situación. Se repite con variaciones, cada especie caracterizada por su canto y cada individuo con sus peculiaridades.
¿Cómo has abordado el tema de la exposición?
JLH - Toda la galería está habitada por múltiples fuentes sonoras localizadas. El sonido tiene una presencia física, casi palpable, pero su origen es invisible. El nivel de difusión es bastante bajo y da la impresión de un diálogo entre los individuos de una población de pequeños animales (anfibios, insectos o aves) que están ocultos en la arquitectura. Cada agente sonoro tiene su autonomía (gracias a un ordenador equipado con una protointeligencia artificial) e interpreta a su manera y en tiempo real la forma sonora característica de su población. Además, cada individuo escucha a su vecino inmediato, para inscribir su canto en el conjunto y creando una gran polifonía. Si los visitantes intrigados se acercan a los puntos de difusión para escuchar mejor, si son demasiado numerosos o sus movimientos demasiado bruscos, molestarán al "animal". Entonces el dispositivo reacciona: el agente sonoro, cual organismo vivo, entra en pánico y emite una señal de advertencia que transmite a sus vecinos, provocando una explosión de pánico. Este dispositivo supersensible busca un doble efecto: refuerza la organicidad de la instalación y exige al visitante plena adaptación al entorno.
Source :
In Code couleur n°33, enero-abril 2019, p. 24-25