Michael Snow

Recientemente adquirida por el Centre Pompidou, su película Figuras sentadas (1988) es una road-movie en el sentido literal del término. Desde la puerta de un coche, el objetivo de la cámara encuadra el paisaje al pasar en ángulo recto con él. Poco a poco, el asfalto de la carretera da paso a un desierto casi edénico. Alegóricamente, también podría verse como una búsqueda de la Tierra Prometida con resonancias místicas. En una reflexión textural sobre el monocromo que resuena con los desarrollos de la abstracción pictórica, Michael Snow abre la experiencia de la composición a las condiciones de su propia recepción. A medida que las diferentes capas del paisaje se despliegan en la pantalla, la banda sonora de la película recuerda al espectador el artificio de la proyección cinematográfica.  

 
Con el seudónimo de Max Knowles, Michael Snow trazó la descripción más precisa en la revista Trafic (n.º 32, 1999): «Mientras que en La Région centrale la cámara miraba en todas las direcciones, dando vueltas alrededor de una "región central" inmóvil y nunca mostrada, en Figuras sentadas pasa constantemente por diferentes suelos sin ver lo mismo dos veces. El título Figuras sentadas evoca la figura sentada, pero en movimiento, del conductor del vehículo al que se adapta la cámara. Pero, en un juego de asociaciones, también alude a la instancia pasiva de un público ficticio que se escucha en la banda sonora eructando, bostezando y arrugando papeles y, en última instancia, se refiere al público real. Todos sentados en sus butacas; la imagen filmada en plano y de arriba abajo se endereza verticalmente por la proyección en la pantalla. El paso de activo a pasivo evoca asimismo la traslación de la imagen filmada a la imagen proyectada. Todas las "figuras" están colocadas de alguna manera contra o sobre o delante del "fondo" de la pantalla bidimensional, que muestra superficies planas sobre las que la cámara vuela (y luego proyecta sobre otra superficie plana). A excepción de algunas imágenes fijas que recuerdan la "X" que puntuaba las secuencias de La Région centrale, pero que funcionan de forma muy diferente, la película está atravesada por un movimiento formal incesante, de arriba abajo, de izquierda a derecha, de derecha a izquierda o a lo largo de las cuatro diagonales, a velocidades variables. El viaje comienza en el asfalto de las carreteras principales, luego el vehículo se desplaza por caminos de grava, una pista de arena, senderos rocosos y embarrados, cruza ríos y arroyos, llega a caminos de hierba y, finalmente, circula por un prado salpicado de margaritas y ranúnculos. ¡De la "Civilización" al "Edén" en camión cine móvil!».