Bertrand Bonello, Resonancias : exposición

El cineasta y músico Bertrand Bonello redefine las correspondencias entre el cine y la música. En paralelo a la retrospectiva integral de sus doce películas presentadas en el Centre Pompidou —Le Pornographe, L’Apollonide, Saint Laurent…—, el cineasta y músico Bertrand Bonello ha preparado una intervención inédita sobre las relaciones entre el sonido y la imagen: un remix de sus películas con una única banda sonora, creaciones a partir de dos «películas fantasma» no realizadas, audios de películas de culto y de clásicos del cine negro, incluso múltiples composiciones musicales originales para la misma película. A continuación, nos confiesa sus motivos. «No estoy acostumbrado a ocupar lugares que no sean las salas de cine. Cuando se me ofreció todo un espacio del Centre Pompidou para hablar de las relaciones entre música y cine, me pareció natural intentar hacerlo como cineasta y músico, en vez de como artista plástico. Se me ocurrió redefinir el pase de las películas y los vínculos entre las imágenes y los sonidos. Pensé que por una parte haría una retrospectiva de mis películas en la sala de proyección. Por otra, el espacio acogería una propuesta de «remixes», de revuelcos, de voces sin imagen y de imágenes sin voz, de películas versionadas, para que cada una de ellas aparezca diferente y vuelva a nacer. El ojo descifra de forma implacable lo que se le presenta; en cambio, la oreja va en busca de cosas difíciles de acotar, cosas más hondas en lo afectivo. Por eso, he querido alterar los sonidos de estas imágenes tan claras. A raíz de esta retrospectiva también he querido enseñar todas mis películas de otra manera, volver a definir los vínculos que las unen: quitarles la banda sonora para hilvanarlas con una nueva, crear un diálogo entre ellas, como si penetráramos en una antecámara de espejos difractados. Hacer vivir las películas de otra manera. Las películas realizadas, así como las que no he podido hacer, encontrarán aquí una primera vida, a través de voces e imágenes fragmentadas, como si rondaran fantasmas por los espacios. Más allá de mi propia filmografía, he elaborado una programación de películas que tenía ganas de volver a descubrir desde otro ángulo, con la misma intención de confundir la relación sensorial entre imagen y sonido. Así, en la sala de cine oiremos el audio de estas películas sin ver las imágenes. Se trata de películas que todos conocemos, pero cuyas imágenes no son más que recuerdos, en comparación con los sonidos que nos llegan. Y al contrario, veremos cómo reaccionan las imágenes de una película muda a diferentes acompañamientos sonoros. ¿Qué película vemos cada vez a través de las mismas imágenes? A pesar de todas estas reflexiones sobre el desarrollo de un trabajo, en el fondo, solo me interesa una cosa: que una emoción nueva nazca de objetos conocidos, lejos de cualquier pensamiento teórico y cerca de la inmersión afectiva. Como en el cine». Bertrand Bonello