Exposición / Museo
Jim Dine
Paris Reconnaissance
14 feb - 23 abr 2018
El evento ha terminado
Artiste et poète américain de renommée mondiale, Jim Dine, né en 1935, rejoint New York en 1958. Il délaisse alors le happening pour la peinture, ses sujets mêlant expressionnisme abstrait et pop, sans se réclamer du mouvement. À l’occasion de l’importante donation faite par l’artiste au Musée national d’art moderne, le Centre Pompidou consacre une exposition inédite à son œuvre.
À travers la peinture et la sculpture sous toutes leurs formes, développant une iconographie puissamment personnelle, l’artiste fait entendre depuis soixante ans sa voix singulière.
Jeudi 15 mars à 19h : House of Words, lecture performance par Jim Dine dans le cadre du cycle In Vivo (Cinéma 2)
Quando
11:00 - 21:00, todos los días excepto martes
Dónde
Entrevista con el artista
Bernard Blistène - Acaba de regalar a Francia unas veinticinco obras muy significativas de su trayectoria. ¿Qué sentido quiere dar a esta donación excepcional?
Jim Dine- Francia me ha dado tanto que esta donación me parece muy normal. Es una muestra de agradecimiento a la cultura francesa, su pintura, su historia, a mis fuertes vínculos con interlocutores de aquí desde hace muchos años —ahora se me ocurre, entre otros, el gran Aldo Crommelynck, con quien he hecho muchos grabados—. Siempre he llevado conmigo la bicicleta por París, con la idea de descubrir algo de este país en el que vivo y trabajo varios meses al año. En ningún lugar he gozado tanto como aquí.
BB - Si le preguntara qué sentido tiene su trabajo, ¿qué me respondería?
JD - Cada obra tiene su propio sentido. ¡Trabajo sencillamente porque no sé hacer nada más! Nunca he parado de hacer cosas, desde que tenía dos años. ¡Es de nacimiento!
BB - A mediados de la década de 1980, su obra experimenta un cambio radical. ¿Cómo lo explicaría?JD - Curiosamente, ahora que soy un hombre viejo, tengo la sensación de que no hay ninguna diferencia entre mi manera de hacer objetos y la manera en que pinto en la actualidad. Hago y deshago sin parar. ¡Llámelo alquimia! Mi trabajo siempre ha tenido una dimensión física, ya sea en la época de las performances o en mis trabajos actuales, incluida mi obra poética.
BB - Para la mayoría de la gente, usted es hombre de una imagen: la de ese corazón que dibuja y pinta sin cesar, como un lema en medio de otras mil cosas que han ido apareciendo con los años. ¿Cómo lo explica?
JD - Me he hecho viejo, he cambiado, he evolucionado como cualquier otro ser humano. Duchamp no me bastaba, el expresionismo abstracto no me bastaba. Solo pintar no me bastaba. He añadido imágenes y me ha parecido que había demasiadas. Entonces, las he ido quitando... Todo eso no es más que lo que eres cuando te despiertas por la mañana y sueñas con nuevas experiencias.
BB - ¿Cuáles son las de hoy?
JD - ¡Hago arte! Me gusta hacer cosas, más que nunca. Me gusta reunir todo lo que hacía hace sesenta años y lo que sigo y seguiré descubriendo. Cuando era pequeño, no veía ninguna diferencia entre un pincel y un martillo. Me encantaba mezclar los objetos y las herramientas cotidianas. Lo vivía como algo natural. No veo por qué tendría que renunciar a ello ahora.
Source :
in Code Couleur, n°30, enero-abril 2018, pp. 32-33