Exposición / Museo
Planeta Marker
L'exposition
16 oct - 16 dic 2013
El evento ha terminado
El Centro Pompidou y la Bibliothèque Publique d'Information (Bpi) rinden homenaje a Chris Marker, por descontado a través de sus películas, pero también siguiendo el rastro de sus fuentes de inspiración, amistades y conocidos... En el transcurso de este viaje, recordamos al artista mediante sus instalaciones y obras multimedia recogidas en la colección del Centro Pompidou, películas, vídeos y un salón de lectura en la Bpi.
Por Raymond Bellour, escritor y teórico del cine
El Centro Pompidou y la Bibliothèque Publique d'Information (Bpi) rinden homenaje a Chris Marker, por descontado a través de sus películas, pero también siguiendo el rastro de sus fuentes de inspiración, amistades y conocidos... En el transcurso de este viaje, recordamos al artista mediante sus instalaciones y obras multimedia recogidas en la colección del Centro Pompidou, películas, vídeos y un salón de lectura en la Bpi.
Raymond Bellour recorre con nosotros el planeta Marker:
«Hay hombres-siglo, hombres-mundo. Chris Marker fue uno de esos hombres. Nacido en 1921, poco después de terminarse la Primera Guerra Mundial —que él definía como «el momento fundador del siglo pasado, su origen» y a la que dedicará la instalación de vídeo The Hollow Men en 2005—, plenamente activo en la Segunda —se incorporó en la resistencia, luego en el ejército americano—, Chris Marker ha vivido con el espectro de una Tercera Guerra Mundial, cuya imagen proyectó, obsesionado por los campos de concentración, en su película más famosa,La Jetée, sin duda la primera compuesta (casi) únicamente de imágenes fijas.
Fotógrafo durante toda su vida, y principalmente escritor, poeta, novelista, ensayista, crítico (literario y cinematográfico) y director de la editorial Seuil —donde inventó la colección de guías críticas ilustradas "Petite Planète"— Chris Marker se hizo cineasta a principios de los cincuenta con una película sobre los Juegos Olímpicos de Helsinki y con su colaboración con Alain Resnais en Les statues meurent aussi, ensayo documental sobre el arte negro y el colonialismo que estuvo censurado durante mucho tiempo. Desde entonces, Marker ha realizado unas cincuenta películas, sino más, en todos los formatos: largos, cortos, muy cortos y muy largos. Ha prestado su colaboración amistosa —con varios seudónimos y de forma más o menos anónima— en un número considerable de otras películas de varios amigos y cómplices. Todas sus películas tienen en común el constante compromiso político; una curiosidad enciclopédica incansable por todas las formas que revisten la realidad y la cultura; un amor indefectible hacia los animales, en especial por los gatos: transfiguró a su gato, Guillaume-en-Égypte, en un intercesor que le hacía de portavoz en la creación de su CD-Rom Immemory, 1997-1998, y hasta en el archipiélago virtual que personalizó en Second Life.
Por encima de todo, Chris Marker inventó una manera única de vincular los textos que escribía para sus películas a las imágenes que recogía a través del mundo para construirlas: imágenes tanto grabadas por él como extraídas de múltiples archivos. Es lo que André Bazin llamaba «montaje horizontal» al comentar Lettre de Sibérie (1957) para definir la manera en que le parecía que Marker montaba las imágenes: en lugar de plano a plano, «como de forma lateral a lo que narran» . Para crear el mixto indisociable —condición primordial— que caracteriza a esta forma de ensayo subjetivo, del que ha sido uno de los grandes inventores, sino el más grande, Marker sometía continuamente la reflexión documental a la parte de ficción que le permitía elaborarse dirigiéndose siempre al otro —su lector-espectador virtual— como a un ser plenamente vivo.
Dos fórmulas parecen describir mejor a esta identidad singular llamada Chris Marker (nombre artístico, su nombre de nacimiento es Christian-François Bouche-Villeneuve). La primera se ha vuelto tan mítica que su referencia ha dejado de mencionarse. Se la debemos a Henri Michaux —el escritor con el que Marker se ha sentido sin duda más conectado— puesto que su obra está salpicada de señales que le toma prestadas de una manera más o menos reconocible. Michaux ha sido también su modelo por su discreción legendaria, su inquietud por preservarse, tanto como fuera humanamente posible, de toda forma de publicidad y consentimiento a la sociedad mediática. Michaux decía así: «Habría que derribar la Sorbonne y poner a Chris Marker en su lugar». Para dar a entender, por ejemplo, que L'Héritage de la chouette —serie televisiva de 13 capítulos de 26 minutos que Marker dedicó a la cultura de la Antigua Grecia— debería constar en el programa de todas las escuelas de Francia. La segunda fórmula se la debemos a Alain Resnais durante una entrevista publicada en un (casi) primer especial de revista dedicado a Marker en 1963. Resnais ponía en boca del cineasta —por lo visto no muy satisfecho con la idea— la frase con la que lo imaginaba rechazando cualquier forma de obligación: «... soy un hombre libre y no quiero hacer más que lo que me gusta». Pero, recalcando hasta qué punto le parecía necesario estudiar la obra de su amigo, Resnais adelantaba al final de la entrevista: «Solemos decir: el método de Leonardo da Vinci; tal vez dentro de poco podamos decir: el método de Chris Marker. Diría incluso que Marker es mejor de Leonardo da Vinci, porque Marker llega siempre hasta el final de lo que se propone».
Era para expresar el carácter único y la importancia —percibida desde sus albores— de una obra que no ha cesado de desarrollarse de la mano de una curiosidad esencialmente viajera, al ritmo de los sobresaltos de la historia y siempre liderando las mutaciones tecnológicas susceptibles de desplazar una relación constantemente reinventada entre las palabras y las imágenes. Libro, álbum, foto, película, vídeo, instalación, CD-Rom, internet: la obra de Marker lo ha atravesado todo, continuamente, inspirando un número creciente de cineastas y artistas de todo el mundo. Hasta su muerte repentina, hace apenas un año, el día de su 91 cumpleaños. Todo ello es lo que—fiel al espíritu de la colección de libros con la que antaño contribuyó a transformar la edición francesa— el evento «Planète Marker» quisiera celebrar.»
Quando
11:00 - 21:00, todos los días excepto martes