Henri Cartier-Bresson

«Fotografiar es poner en la misma línea de mira la cabeza, el ojo y el corazón».

«Fotografiar es poner en la misma línea de mira la cabeza, el ojo y el corazón», decía Henri Cartier-Bresson. Desde finales de los años 20 hasta los albores del s. XXI, el fotógrafo se afanó en seguir este principio de vida y de vista.

Desde que Cartier-Bresson empezó a exponer y a publicar sus imágenes, algunos intentaron circunscribir aquello que hacía la unidad de este principio. Su genialidad en la composición, su inteligencia en las situaciones o su destreza para captarlas en el momento justo, se han visto resumidas en muchas ocasiones a la noción de «instante decisivo». Diez años después de la desaparición del fotógrafo en 2004, ahora que los miles de revelados que ha dejado para la posteridad han sido cuidadosamente reunidos y clasificados por la fundación que lleva su nombre, y que los investigadores pueden tener acceso a sus archivos de notas, cartas y publicaciones, el instante decisivo —aunque permita calificar algunas de sus imágenes más conocidas— es demasiado restrictivo para llegar a conocer la obra en su conjunto.

A rebufo de una visión unificadora y simplificadora, la retrospectiva del Centro Pompidou se propone mostrar la riqueza de la trayectoria del fotógrafo, sus sucesivos cambios de orientación y diferentes momentos de desarrollo. Pretende mostrar que no ha existido un solo, sino varios Cartier-Bresson. Presentamos, por supuesto, las imágenes más emblemáticas del fotógrafo, pero también queríamos prestar atención a las imágenes menos conocidas para dar cuenta de su diversidad, así como revaluar ciertos reportajes y sacar a la luz sus pinturas, dibujos e incursiones en el mundo del cine. Tentativas que dicen mucho acerca de su relación con la imagen, e indirectamente, de lo que buscaba en la fotografía.

La primera parte de la exposición —que recoge su trayectoria de 1926 a 1935— está marcada por su relación con el grupo surrealista, los inicios en la fotografía y los grandes viajes a través de Europa, México y Estados Unidos. El segundo periodo —que empieza en 1936 a su regreso de Estados Unidos y se cierra en 1946 con un nuevo viaje a Nueva York— es el del compromiso político, el trabajo para la prensa comunista, el activismo antifascista, el cine y la guerra. Por último, el tercer acto empieza con la creación de la agencia Magnum Photos en 1947 y se termina a principios de 1970, momento en que Cartier-Bresson deja el reportaje.
Desde el surrealismo hasta mayo del 68, incluyendo la guerra civil española, la segunda guerra mundial, la descolonización, la guerra fría y la edad de oro del capitalismo, la retrospectiva del Centro Pompidou propone una nueva interpretación de la obra del más célebre de los fotógrafos franceses, alejada de las leyendas y los tópicos. A través de un fondo de más de quinientas fotografías, dibujos, pinturas, películas y documentos —que reúnen imágenes célebres e inéditas— la exposición muestra la historia de esta obra magistral y, a través de ella, la del siglo XX.