Henri Gaudier-Brzeska

Redescubrir a un joven artista con talento que participó en la renovación de la escultura a principios del siglo XX y que fascinó a la escena artística londinense en los tiempos del Vorticismo antes de ser abatido a los 23 años en la Primera Guerra Mundial... Esta es la propuesta del Centre Pompidou que presenta una veintena de esculturas y cerca de 40 dibujos del escultor francés Henri Gaudier-Brzeska.

A partir de 1911, el joven artista esculpió o modeló retratos, desnudos, animales, piezas decorativas y obras casi abstractas al operar una original síntesis entre cubismo y primitivismo. Se instaló en Inglaterra entre 1911 y 1914 y realizó una entrada espectacular en la escena de la vanguardia londinense. Durante todo este periodo, el artista multiplicó los bocetos para sus esculturas así como impresionantes dibujos autónomos, todos ellos con una gran fuerza gráfica. Al principio, su producción se vio marcada por la influencia de Rodin, de quien tomó la visión humanista y el modelo expresivo. Más tarde, en contacto con Jacob Epstein y Constantin Brancusi, se hizo adepto de la talla directa y esculpió directamente el mármol o la piedra.

A partir de 1913, su participación activa en el Vorticismo, variante británica del Futurismo, lo convirtió en una figura destacada de este movimiento. Cautivado por la personalidad exuberante y por el talento de Gaudier-Brzeska, el poeta americano Erza Pound, que en aquella época pertenecía a la escena artística inglesa, le dedicó al día siguiente de su muerte una primera monografía en la que se puede leer: "Gaudier es irremplazable. No ha aparecido nadie capaz de sucederle. Brancusi continuó en solitario la conquista del mármol".

Exposición en colaboración con el Museo de Bellas Artes de Orleáns, donde se presentará entre el 15 de octubre 2009 al 10 de enero de 2010.