Alina Szapocznikow

La obra de Alina Szapocznikow (1926-1973) goza de una presencia discreta en los museos de su país de origen, Polonia. En lo que concierne a su país de adopción, Francia, parecía haberla olvidado desde la exposición que le dedicó, a su fallecimiento en 1973, el crítico de arte Pierre Restany. Ahora, el Centro Pompidou vuelve a abordar su obra, y en particular sus dibujos, con una exposición inédita que reúne cerca de 100 obras en papel, acompañadas de algunas esculturas.

Tras la invasión de Polonia por la Alemania nazi, la familia Szapocznikow, judía, es recluida en el gueto de Pabianice, y posteriormente en el de Lodz, antes de ser internada en Auschwitz, y luego en Bergen-Belsen. Alina, en edad adolescente, trabaja en el campo como enfermera con su madre, médica de profesión. Al finalizar la guerra, se establece en Praga, donde se inicia en la escultura con Josef Wagner, y posteriormente, en 1947, se decanta por París y su Escuela de Bellas de Artes para continuar sus estudios. Su regreso a Polonia, en 1951, marca el inicio de su carrera oficial y de importantes encargos. Tras representar a Polonia en la Bienal de Venecia en 1962, Alina Szapocznikow vuelve a abandonar el país y a instalarse en Francia. Es en París donde su obra florece verdaderamente. La artista experimenta con nuevos materiales, espumas de poliuretano y resinas de poliéster. Como Rodin en su momento, desmiembra el cuerpo humano (el suyo propio), que se convierte en su tema favorito. A principios de 1969, se le diagnostica un cáncer de mama. Entre esa fecha y hasta su fallecimiento, en 1973, se abre un periodo de creación intensa, en el que se enmarca la serie de Fetiches, en torno a una decena, realizados con moldes de partes del cuerpo y objetos encontrados.
Al igual que muchos otros escultores, Alina Szapocznikow también firma obras en papel. Sus dibujos evocan el cuerpo humano, y en particular los pechos, tema central de su obra. El catálogo de su obra reúne 620 dibujos, incluidos bocetos académicos. Algunos son estudios de cara a una obra esculpida determinada, otros son más libres. Su periodo más fértil, que se caracteriza por una «desarticulación de la forma» (Pierre Restany), es el de sus años parisinos, antes de sufrir su enfermedad (1963-1968). Esos años constituyen la cima de su arte de dibujo. Durante el último periodo (1969-1973) hace acto de aparición el color, en un universo más onírico, con reminiscencias surrealistas. La exposición, que incluye dibujos realizados desde el principio de su carrera, se centra no obstante en los años parisinos. En esta época, las formas orgánicas y esculturales, unidas a la experimentación técnica, alumbran obras gráficas de muy alta calidad. Esta exposición da buena cuenta de las nuevas adquisiciones del Centro Pompidou, y muestra en particular cinco dibujos y una escultura, Fetiche II (1970-1971), obras que ha sido posible incorporar a la colección gracias a la generosidad de la Sociedad de los Amigos del Museo Nacional de Arte Moderno.