Exposición / Museo
Sonja Ferlov Mancoba
26 jun - 23 sep 2019
El evento ha terminado
La Galería de Arte Gráfico se convierte en escenario de una exposición inédita dedicada a la escultora danesa inscrita en el Movimiento Moderno Sonja Ferlov Mancoba (1911-1984), que reúne más de cincuenta esculturas y unos sesenta dibujos. La actividad es una invitación a descubrir una de las grandes escultoras de aquel movimiento, autora también de una obra sobre papel de gran originalidad y personalidad. En esta exposición algunas de sus esculturas se presentan en dos versiones, la original en yeso y otra en bronce, para mostrar lo que el material aporta a la expresión y arrojar luz sobre el proceso creativo de esta transposición.
Para la artista, el arte en general y la escultura en particular están anclados en la expresión humana. Y la realización de una misma figura en diferentes materiales aporta una nota diferente a esta expresión.
Quando
11:00 - 21:00, todos los días excepto martes
Dónde
Presentación por el comisario de la exposición
La primera retrospectiva completa dedicada en Francia a Sonja Ferlov Mancoba (1911-1984), en estrecha colaboración con la Galería Nacional de Copenhague, invita a descubrir la figura de una gran escultora moderna, a quien debemos también una original y personal obra en papel. Se exponen 67 dibujos y 58 esculturas, una parte de las cuales han sido adquiridas recientemente por el Centre Pompidou. Algunas de ellas se presentan en dos versiones: la original en escayola y otra en bronce, para mostrar qué aporta el material a la expresión, actualizando al mismo tiempo el proceso creativo de esta transposición.
Desde los años 30, Sonja Ferlov Mancoba presenta una obra escultórica y pictórica profundamente personal y ligada a los movimientos artísticos daneses e internacionales del siglo XX. Al encuentro de formas abstractas y figurativas, sus esculturas y dibujos toman prestados elementos del arte africano y precolombino, con influencias igualmente del surrealismo. Son las suyas obras antropomorfas, que desvelan una forma de concebir el individuo como un ser en perpetua transformación, de redibujar las fronteras del cuerpo, en el plano formal y en el espiritual.
Sonja Ferlov Mancoba emprende estudios de pintura en 1931 y se relaciona con la nueva generación de artistas daneses (Ejler Bille, Vilhem Bjerke-Petersen, Richard Mortensen y Hans Øllgaard). Estos artistas, fundadores del grupo Linien en 1934 y de la revista epónima, defienden un arte emancipado y comprometido que aúna abstracción y surrealismo, y sientan las bases de la concepción espontánea abstracta. Tras pintar sus primeros cuadros, Sonja Ferlov se vuelca en la escultura, experimentando con la arcilla o recurriendo a objetos hallados en la naturaleza.
En 1936 se instala en París. Matriculada en la Escuela Nacional de Bellas Artes, alquila un taller cercano al de Alberto Giacometti, con quien traba amistad. Mientras prepara una exposición surrealista en Copenhague con sus compatriotas, conoce a Jean Arp y Sophie Taeuber-Arp, Max Ernst y Joan Miró. Entre 1937 y 1940 crea un conjunto de esculturas de formas orgánicas al borde de la abstracción, introduce el motivo de la máscara en su obra y comienza una serie de dibujos que se construyen a partir de un sistema complejo de signos.
En 1939, Sonja Ferlov conoce al artista sudafricano Ernest Mancoba, con quien se casa en 1942. Durante la guerra, crea Escultura (1940-1946), obra estrella que caracteriza su método de trabajo espontáneo y anclado en un proceso de metamorfosis continua. Moldeada en escayola en 1946, Escultura se produce en una serie limitada de ejemplares en bronce, uno de los cuales fue comprado por el Centre Pompidou en 2018.
En 1947, un año después del nacimiento de su hijo Wonga, el matrimonio Ferlov-Mancoba se instala en Dinamarca. Sonja expone con sus antiguos compañeros de Linien, pero también con quienes defienden el método espontáneo. En 1948 crean el grupo internacional Cobra (Karel Appel, Asger Jorn o Carl-Henning Pedersen…). Víctima de la intolerancia racial en Dinamarca, la familia se muda en 1952 a Oigny-en-Valois, al nordeste de París. Sonja Ferlov crea poco, pero experimenta con la arcilla amarilla y, a partir de 1957, produce importantes esculturas que se leen como una reconfiguración, una liberación del cuerpo humano.
La familia se muda definitivamente a París en 1961. La artista comienza entonces una serie de esculturas de formato más grande. Sus obras plasman una variedad de figuras que para algunos evocan lo sagrado. En ellas, la forma se funde con una idea del ser plural y compuesto, en una dinámica de circulación y movimiento.
Durante las últimas décadas de su vida, Sonja Ferlov Mancoba expone regularmente en su país de origen y ocasionalmente en Francia. Goza asimismo de un gran reconocimiento en Dinamarca, y en 1971 recibe la medalla Thorvaldsen, una de las más altas distinciones danesas para artistas visuales. No deja de crear obras en las que el tema de la dualidad adopta forma de máscara y de casco. En muchas de sus esculturas, el vacío se vuelve un elemento central, en todos los sentidos.
Hasta su muerte en 1984, Sonja Ferlov Mancoba desarrolla una obra que hace del individuo un ser transitorio, perteneciente a una comunidad espiritual y que encarna una voluntad de contestación de determinada historia occidental, muy del gusto de la sociedad burguesa de su tiempo.
Source :
Jonas Storsve, conservador, Galería de arte gráfico, Musée National d’Art Moderne, Centre Pompidou
Comisario de la exposición
In Code couleur n°34, mayo-augosto 2019, p. 34-35