Sarkis

De las salas del Museo al Foro, de la Biblioteca pública de información al Taller de niños, de la Biblioteca Kandinsky al Taller Brancusi, el Centre Pompidou da carta blanca a Sarkis para utilizar sus espacios en el marco de una exposición/intervención inédita y excepcional.

La exposición presenta una serie de obras recientes o creadas para la ocasión, colocadas progresivamente, a partir del 10 de febrero. El Taller Brancusi, la Biblioteca pública de información, la Biblioteca Kandinsky y el Museo (nivel 4) abren este recorrido. La exposición sigue luego su despliegue por el nivel 5 del Museo, el 4 de abril, acabando por instalarse en el nivel -1 del Foro, a partir del 21 de abril de 2010.

Combinando en particular el neón, el vídeo, la fotografía, la acuarela y diversos materiales (Plastilina, vidrio, agua), Sarkis "disemina" sus instalaciones, en base a una estrategia de infiltración en una voluntad de atemporalidad y de estallido de su propio espacio.

Sarkis se apropia de este modo del territorio del Centre Pompidou y dialoga con las obras y las salas del Museo. Los objetos de La vitrine des innocents [La vitrina de los inocentes] (2005-2007) mantienen una estrecha relación con aquellos del Mur de l'atelier (1922 a 1966) [Muro del taller (1922 a 1996)]; la reconstitución idéntica de un muro del taller de André Breton en una de las salas de las colecciones modernas del Museo (nivel 5). También en el Museo, las cruces luminosas de la maqueta del taller de Sarkis, Conversations entre Joraï et mon Atelier [Conversaciones entre Joraï y mi Taller] (2001-2002), se codean con las obras suprematistas de Kasimir Malevitch en la sala que se le dedica. El fieltro de la gran indumentaria de ceremonia creada por Sarkis, como Le printemps et la nuit [La primavera y la noche] (2000-2002) y el del Sommeil abandonné [Sueño abandonado] (2002), entran en resonancia con los rulos de fieltros de Plight (1985), la famosa instalación del artista alemán Joseph Beuys, una de las figuras tutelares del artista. Un espacio en el que el espectador está invitado a ponerse babuchas, participando de este modo del ritual instaurado por el artista.