Santiago Sierra, Linea de 10 Pulgadas, 2000.

Santiago Sierra (España, 1966) concibe acciones artísticas de denuncia basadas en el principio de «estética remunerada». En 2000, ofrece a dos toxicómanos un pico de heroína a cambio de que se dejen rasurar parte de la cabeza. Desviando los usos del arte corporal hacia el tema de la explotación humana, esta acción tiene además un eco antimodernista. Por Paul Ardenne, crítico de arte y comisario de exposiciones, profesor en la Facultad de Arte de Amiens.