Evento fuera del sitio
Pierre Huyghe
11 abr - 13 jul 2014
El evento ha terminado
El Centro Pompidou dedica una exposición de carácter retrospectivo a la obra de Pierre Huyghe, un artista esencial de la escena francesa e internacional. Esta muestra presenta unos cincuenta proyectos y permite calibrar la medida de una obra desarrollada durante más de veinte años.
Pierre Huyghe participa desde la década de 1990 en la redefinición del estatus de obra y del formato de exposición, a los que a veces superpone y les da, en cada ocasión, la forma de un periódico (Anna Sanders, l’histoire d’un sentiment, 1997), de un viaje a la Antártida (A Journey that Wasn’t, 2005) o de un calendario anual con forma de jardín circular (La Saison des fêtes, 2010). La exposición pretende hacer sensible la dimensión viva y orgánica de sus propuestas, que consideran el espacio como un mundo en sí mismo, sin orquestar, que vive según sus propios ritmos. Huyghe funda en 1995 la Association des Temps Libérés cuyo objetivo es «el desarrollo del tiempo improductivo, para una reflexión sobre el tiempo libre y la elaboración de una sociedad sin trabajo»; cuestiona la relación con el tiempo, con la memoria colectiva y reinventa nuevos modelos de celebración, como el proyecto One Year Celebration, 2006, en el que marca en el calendario los días aún no festivos y pide a distintos artistas que los celebren, por ejemplo, el «día del cumpleaños del arte» o el de la celebración del silencio. Junto a la presentación de algunas de sus obras más emblemáticas, como Blanche Neige Lucie, No Ghost Just a Shell, Atari Light o Streamside Day, esta exposición explora los procesos y retos estéticos ya presentes en los momentos de afirmación de su obra —a finales de los años 80, tras su formación en la École Nationale des Arts Décoratifs de París— y que siguen resonando actualmente en sus dos últimas obras, The Host and the Cloud y Untilled. «Lo que me interesa es construir situaciones que tienen lugar en lo real». Desde su proyecto Extended Holidays, en 1996 —en el que Pierre Huyghe cierra el espacio expositivo que deja vacante para llevar a sus potenciales visitantes de vacaciones prolongadas— hasta la experiencia The Host and the Cloud —llevada a cabo en tres actos, durante el Día de Todos los Santos, San Valentín y el Día de los Trabajadores durante la temporada 2010-2011 en el Museo (abandonado) de Artes y Tradiciones Populares— la exposición se reafirma como un lugar de intensificación de la presencia y de la vitalidad. Pierre Huyghe convierte a los visitantes de la exposición en testigos desde la entrada a la Galerie sud del Centro Pompidou. «Me interesa el aspecto vital de la imagen, la manera en que una idea, un artefacto, un idioma, pueden penetrar en la realidad contingente, biológica, mineral, física. Se trata de exponer alguien a algo, más que algo a alguien», explica el artista. La exposición —con un comportamiento que no toma nada de la teatralidad sino que se inviste de formas y estados de presencia que el artista activa durante su presentación— se convierte en un espacio heterotópico en el que el arte se aproxima cuanto puede a la vida. La obra constituye la grabación parcial de una situación que la supera y penetra en lo real.
«Me concentro en algo que no ha sucedido pero que existe en sí mismo. No busco definir la relación entre distintos sujetos, sino inventar las condiciones que pueden desembocar en la porosidad, la permeabilidad, lo indeterminado. Lo que me interesa es intensificar la presencia de lo que es, encontrar su propia presentación, su propia apariencia, su propia vida, más que someterlo a modelos preestablecidos. La exposición, en constante evolución, ya no depende de nosotros», concreta el artista. Al igual que Untilled, cráter en barbecho, una matriz de formas plásticas en ciernes que se anclaban en el compost del parque de Karlsaue en Kassel en 2012, la exposición del Centro Pompidou tiene sus raíces en las paredes y en los restos de las anteriores exposiciones, en especial en la de Mike Kelley que la precede. Se enmarca en ella como el cangrejo ermitaño que vive en La Muse endormie de Brancusi en el acuario surrealista de Zoodram 4. «Intento trabajar el espacio como un organismo: no se trata tanto de los puntos, sino de la circulación, el juego que se produce entre los elementos», especifica el artista. Viene a dotar de sensibilidad las conexiones que existen entre obras separadas a veces por una década: como los adolescentes con cabezas de animales de la Toison d’or en un parque de Dijon, que circulan de manera aleatoria fuera de la fábula epónima y se confrontan con los protagonistas de la procesión de disfraces de Streamside Day o con Human, un perro con la pata rosa.
En un gesto arquitectónico inédito en la Galerie sud, la extensión del espacio de exposición se abre hacia el exterior como una excrecencia, en la que existirán algunas obras orgánicas y climáticas del artista. La exposición se convierte así en una etapa de esta obra singular y en un punto de partida hacia el lugar de los retos y obsesiones de Pierre Huyghe, fiel a la idea de construir un mundo que se autogenere y varíe en el tiempo y el espacio, indiferente a nuestra presencia.
Por Emma Lavigne, conservadora, Musée National d'Art Moderne, comisaria de la exposición, y Florencia Chernajovsky, responsable de investigaciones
Quando
10:00 - 18:00, todos los lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábados, domingos
Dónde
Museum Ludwig, Cologne